España necesita invertir en tecnología sanitaria
A medida que los individuos
envejecen, la imposibilidad de realizar de forma autónoma algunas actividades
cotidianas acontece o bien por enfermedades crónicas o por el propio proceso de
la senectud.
En este contexto en el que
vivimos, cada vez son más las personas mayores que viven solas, bien por
decisión propia, bien por obligación. Esta situación, unida a las limitaciones físicos
y/o psíquicas, obliga a pensar en soluciones para asistir a estas personas
dependientes, en mayor o menor medida.
Así nació la teleasistencia domiciliaria.
Este es un servicio de atención permanente a través de la línea telefónica,
orientado fundamentalmente a personas mayores. Permite que los usuarios ante
cualquier problema, pulsando un botón que llevan consigo permanentemente,
puedan desde cualquier lugar de su domicilio y sin necesidad de desplazarse,
entrar en comunicación verbal "manos libres" con un Centro de
Asistencia Especializado, atendido por personal capacitado para dar respuesta a
la necesidad presentada.
La teleasistencia domiciliaria es
un tipo de tecnología sanitaria que cada día está más presente en los hogares
de los mayores. Sin embargo, si atendemos a las cifras, la inversión en TICs se
sitúa según el índice Seis, en el 1.19% del gasto sanitario, un 4,8% menos que
en 2012 cuando España debería aspirar a situar esa cifra entre el 2% y 3% como
lo hacen los países de nuestro entorno.
César Rubio, coordinador del Área
Internacional de Fenin, asegura que “los avances tecnológicos han avanzado más
rápido que los cambios en la organización de la Sanidad, pero también están creando
un mercado de consumo relacionado con la salud permitiendo un mayor
protagonismo del paciente en la gestión de la salud”.
Nos encontramos en un punto en el
que el paciente tiene más poder, tiene acceso a información y formación y mayor
contacto con los profesionales de la salud.
La tecnología eHealth supone una
oportunidad de negocio en el sector industrial beneficioso para la economía y
la sociedad en su conjunto.
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